Cual Desdémona. Regresa
al hogar y a través de unas
cerraduras oportunas,
los salones atraviesa
Cien rosas sobre su mesa
restos de sangre,¡tragedia!
Rezando aquel hombre atedia
Sobre aquella Biblia abierta
una página le alerta,
de cómo la muerte asedia,
en párrafo subrayado
Observaba en unos platos
cabellos, hierbas, sustratos...
¡Duros recuerdos! Ha hallado
quien con saña la ha matado
Contra sus ojos se adentran
fieros cristales, y encuentran
cuencas negras ¡Su mirada!
La amarga venganza helada
y el gran amor, se reencuentran.
María Teresa Fandiño
Derechos reservados
07/09/2015
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