Un rencor se enriqueció, ya ahogadas
la pasión, la ilusión de aquellos días
de la niñez lejana en que reías.
permanecen en mí nunca olvidadas
Te fuiste, el eco y mi voz oías,
como duras torturas. Melodías,
ángeles al oído, tal vez hadas.
Aquella noche fría de reunión
de familia, un anillo para ti
¡Ahorros, esperanza e ilusión!
Y el fracaso alcancé cuando te vi
altiva y de su mano, corazón.
Mas nuestro amor de nuevo reviví.
No hay comentarios:
Publicar un comentario